Publicado en: 04/07/2025
Descubre todo sobre la mantequilla de cannabis: qué es, cómo prepararla, cómo conservarla y mucho más
En los últimos tiempos, el universo del cannabis ha atravesado un cambio significativo. Hoy no solo se habla de vaporizadores o porros, sino que también se exploran modalidades de consumo alternativas, capaces de fusionar sabor e inventiva.
Entre estas modalidades destaca la mantequilla de cannabis: una receta apreciada y polivalente, elegida por quienes desean beneficiarse de las propiedades de la planta de una forma más discreta y manejable.
En este artículo te guiaremos detalladamente en el conocimiento de la mantequilla de cannabis, ilustrando sus usos, el procedimiento para prepararla en casa y las mejores prácticas para conservarla correctamente. Además, profundizaremos en el fuerte vínculo entre esta preparación culinaria y la selección cuidadosa de las semillas de cannabis, desde las semillas feminizadas tradicionales hasta las más innovadoras semillas autoflorecientes, ofrecidas por marcas expertas del sector como SensorySeeds.
Qué es la mantequilla de cannabis
Conocida en los países anglosajones también como cannabutter, la mantequilla de cannabis es una mezcla obtenida al unir mantequilla e inflorescencias de cannabis previamente descarboxilasas. La base de esta preparación se sustenta en un concepto simple: los cannabinoides, en particular el THC y el CBD, son sustancias liposolubles, es decir, se unen a las grasas para poder ser asimilados eficazmente por nuestro organismo. Gracias a su alto contenido lipídico, la mantequilla se presta perfectamente para desempeñar esta función. Una vez lista, la mantequilla de cannabis puede emplearse en la cocina como cualquier otra mantequilla: para preparar galletas, postres, salsas o simplemente para untarla en el pan.
Para obtener una mantequilla de cannabis realmente válida, es esencial partir de una materia prima de alta calidad. En este contexto, adquiere gran relevancia la elección cuidadosa de las semillas de cannabis más adecuadas para el cultivo doméstico, en función de las necesidades personales específicas. Quienes desean un efecto más intenso y duradero deberían orientarse hacia las semillas de cannabis feminizadas, capaces de generar exclusivamente plantas hembras, las únicas que producen inflorescencias ricas en cannabinoides. Si, en cambio, se busca un cultivo práctico y rápido, las semillas de cannabis autoflorecientes representan la mejor opción: maduran en tiempos breves y no requieren variaciones en el ciclo.
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Para qué se puede usar la mantequilla de cannabis
La mantequilla de cannabis es una base excelente para una amplia gama de preparaciones culinarias. Su versatilidad la convierte en una aliada ideal en la cocina, especialmente para quienes quieren experimentar platos alternativos que unan sabor y efectos beneficiosos. A nivel práctico, puede utilizarse en la preparación de postres como brownies, pasteles, galletas o muffins, pero también en platos salados como puré, sopas, risottos e incluso pasta. Algunos también la usan para hacer tostadas matutinas o para mezclar con miel o mermeladas. La mantequilla de cannabis es muy apreciada también en la preparación de condimentos, como mantequilla aromatizada con hierbas o mezclas especiadas para platos principales.
Además del aspecto gastronómico, cabe destacar también el terapéutico. La mantequilla de cannabis es frecuentemente utilizada por quienes siguen tratamientos basados en cannabinoides, como por ejemplo pacientes con dolor crónico, insomnio, estrés o problemas inflamatorios. En estos casos, es importante que la dosificación sea cuidadosamente calculada, por lo que siempre es recomendable comenzar con cantidades mínimas y aumentar gradualmente hasta encontrar el equilibrio personal. También aquí, la calidad de las semillas de marihuana utilizadas en el cultivo influye directamente en la eficacia del producto final. Acudir a distribuidores confiables como Sensory Seeds, especializados en la venta online de semillas de cannabis de alta calidad, puede marcar la diferencia.
Ingredientes para la mantequilla de cannabis
Para obtener una mantequilla de cannabis con un sabor agradable y efectos intensos, es crucial seleccionar cuidadosamente los ingredientes. La calidad de la materia prima influirá no solo en el aroma, sino también en la intensidad y la duración del efecto. Aquí están los elementos fundamentales para la preparación:
- 250 g de mantequilla sin sal (mejor si es orgánica)
- 500 ml de agua
- 10-15 g de flores de cannabis secas y descarboxilasas (la cantidad puede variar según la tolerancia y la intensidad deseada)
La elección de la variedad de cannabis a utilizar es un paso que requiere especial atención. Si decides cultivar personalmente, todo comienza con la selección de las semillas de cannabis más adecuadas para tus necesidades. Para obtener una mantequilla con efectos relajantes, es recomendable elegir variedades ricas en CBD, mientras que si se desea un resultado más psicoactivo, se prefieren genéticas con una alta concentración de THC. Las semillas de cannabis feminizadas son ideales para producir flores abundantes y cargadas de principios activos. Por el contrario, quienes buscan ciclos rápidos y sin complicaciones pueden optar por semillas de cannabis autoflorecientes, perfectas para cosechas frecuentes y fáciles de manejar.
Procedimiento para preparar la mantequilla de cannabis
La elaboración de la mantequilla de cannabis requiere cuidado y algo de tiempo, pero el proceso en sí no es complicado. Es fundamental respetar cada etapa con precisión para asegurarse un resultado uniforme, efectivo y agradable al gusto. El primer paso es una fase esencial conocida como descarboxilación, indispensable para activar los cannabinoides presentes en la planta.
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Descarboxilación
En el cannabis fresco o simplemente seco, los cannabinoides se encuentran en forma ácida, como el CBDA y el THCA, que son inactivos en nuestro cuerpo. Para transformar estas sustancias en las formas activas de CBD y THC, es indispensable el proceso de descarboxilación, es decir, una cocción lenta a temperatura moderada. Esta fase permite convertir los cannabinoides ácidos en compuestos activos, haciéndolos tanto psicoactivos como terapéuticamente útiles.
Precalienta el horno a una temperatura de 110-120°C, extiende los cogollos triturados en trozos grandes sobre una bandeja cubierta con papel de horno y cocina por un tiempo entre 30 y 45 minutos. Recuerda remover de vez en cuando para evitar que el material se queme. Al finalizar, deja enfriar completamente. -
Cocción al baño maría
En una olla lo suficientemente grande, lleva el agua a ebullición. En este punto, añade la mantequilla y déjala derretir completamente. Una vez que la mantequilla esté completamente fundida, incorpora las flores descarboxilasas. Reduce el fuego al mínimo y deja cocinar la mezcla durante al menos 2-3 horas, removiendo de vez en cuando. Es importante que la temperatura nunca supere los 90°C para evitar que los cannabinoides se degraden.
Durante esta fase, los principios activos se unen a las grasas de la mantequilla. Es posible añadir más agua para evitar que la mezcla se seque demasiado. Al final de la cocción, filtra la mezcla con un colador o una gasa, eliminando todas las partes vegetales. -
Enfriamiento
Traslada la mantequilla filtrada a un recipiente de vidrio y déjala enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté fría, guárdala en el refrigerador por algunas horas. Durante este tiempo, la mantequilla se solidificará mientras que el agua residual se depositará en el fondo del recipiente. En este punto será fácil separar las dos partes.


Cómo conservar la mantequilla de cannabis
Después de la preparación, es fundamental conservar la mantequilla de cannabis de manera correcta para preservar sus aromas y principios activos. El mejor lugar para conservarla es el refrigerador, donde, si se guarda en un recipiente hermético bien cerrado, puede mantenerse hasta dos meses. Hay que evitar la exposición a la luz y al calor, factores que podrían comprometer los cannabinoides. Como alternativa, se puede congelar la mantequilla de cannabis: en el congelador se conserva perfectamente hasta seis meses, siempre que esté bien sellada.
Para quienes hayan producido una gran cantidad, puede ser útil dividirla en porciones más pequeñas, de modo que solo se descongele la cantidad necesaria para el uso. Así se evita comprometer toda la preparación y se garantiza una mayor duración. También en la fase de conservación, la eficacia de la mantequilla depende estrechamente de la calidad del cannabis utilizado. Cultivar a partir de semillas de marihuana seleccionadas garantiza un producto final más potente, seguro y aromático. Sensoryseeds.es, líder en el sector de la venta online de semillas de cannabis feminizadas y autoflorecientes, ofrece variedades excelentes para cada necesidad.
Conclusión
Preparar mantequilla de cannabis en casa es una experiencia gratificante, ideal tanto para quienes desean evitar la combustión como para quienes quieren aprovechar al máximo las propiedades del cannabis en la cocina. Como has podido descubrir, no se trata solo de un ingrediente más, sino de un verdadero arte que nace de un cultivo cuidadoso y consciente.
Aquí es donde los semillas de cannabis juegan un papel central: elegir semillas feminizadas o autoflorecientes de calidad es el primer paso hacia un resultado satisfactorio, tanto en sabor como en efectos. Marcas como SensorySeeds representan un referente fiable para quienes desean iniciarse en el cultivo doméstico y obtener flores perfectas para crear preparaciones gourmet como la mantequilla de cannabis.
El consejo final es acercarse a esta experimentación con cuidado y responsabilidad. Cada variedad tiene características únicas, así como cada persona tiene su propio umbral de tolerancia. Comienza siempre con dosis pequeñas, date el tiempo necesario para observar cómo reacciona tu cuerpo y luego… deja volar tu creatividad en la cocina. Ya sea que prepares galletas para una noche con amigos o una simple tostada para disfrutar con tranquilidad, la mantequilla de cannabis puede convertirse en un valioso aliado en tu cocina alternativa.