Qué hay dentro del hachís (incluso legal). Todo lo que necesitas saber

Qué hay dentro del hachís (incluso legal)

Publicado en: 15/03/2024

CANNABINOIDES, FLAVONOIDES Y TERPENOS, QUE DA LA AROMATICIDAD CARACTERÍSTICA DE LA SUSTANCIA Y TAMBIÉN PUEDEN TENER USOS EN MEDICINA

El hachís es un derivado del cannabis muy conocido desde la antigüedad, una sustancia compacta que se obtiene de la resina de las plantas femeninas de cáñamo, concretamente de los tricomas, las glándulas que producen y contienen cannabinoides y terpenos.

Esta sustancia, que varía de color desde el dorado hasta el negro o el rojizo y puede tener consistencias que van desde pastosas hasta semisólidas, ha desempeñado –y desempeña aún– un papel importante en varias culturas: con el tiempo, se ha utilizado con fines rituales, curativos y curativos. e incluso con fines “lúdicos”.

El método más antiguo y extendido de extracción de resina implicaba el secado y posterior procesamiento de los cogollos de cannabis. Existen otros métodos de extracción, como la burbuka (afgana, marroquí, nepalí), el charas (indio) y el bubble hash, cada uno con técnicas específicas que influyen en las características del producto final.

En los últimos años, el concepto de “hachís legal” ha ganado cierta popularidad, gracias a variedades de cannabis con alto contenido en CBD (cannabidiol) y bajo en THC (tetrahidrocannabinol), la principal sustancia psicoactiva del cannabis. El hachís legal conserva las características aromáticas y de textura del hachís tradicional, pero carece de los efectos psicotrópicos asociados con el THC.

La legislación nacional regula el uso de hachís, y algunos países han establecido límites específicos sobre el contenido de THC que permiten considerar el producto legal. En Italia, por ejemplo, el hachís se considera legal si contiene menos del 0,6% de THC, criterio establecido por la ley 242/16 que regula la producción y venta de productos derivados del cáñamo. El pasado mes de agosto, un decreto ministerial incluyó el CBD entre las sustancias estupefacientes, decreto posteriormente suspendido por el TAR por ilegitimidad.

Sin embargo, hay bastantes entusiastas que recolectan semillas de cannabis únicamente por coleccionismo, una señal de que el hachís y el cannabis han entrado en la cultura popular en todo el mundo.

El hachís sigue siendo estudiado por sus efectos y posibles aplicaciones terapéuticas. El CBD, especialmente, ha sido muy estudiado por sus posibles beneficios para la salud.

Pero específicamente, ¿qué hay en el hachís, legal o no? Profundicemos en el tema.

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¿De qué está hecho el hachís?

El hachís es una resina rica en cannabinoides, terpenos y flavonoides, elementos que confieren a la sustancia sus conocidas propiedades psicoactivas, terapéuticas y aromáticas. Su composición química es compleja y deriva directamente de los tricomas de las inflorescencias femeninas del cannabis, que son los responsables de la producción del compuesto.

El tetrahidrocannabinol (THC) es el principal componente psicoactivo del hachís, conocido por sus efectos psicoactivos. Sin embargo, el hachís también contiene cannabidiol (CBD), un cannabinoide no psicoactivo valorado por sus posibles propiedades terapéuticas, como sus efectos antiinflamatorios, ansiolíticos y analgésicos. La proporción de THC y CBD puede variar considerablemente dependiendo de la variedad de cannabis utilizada y del método de extracción, influyendo directamente en los efectos que produce el hachís.

Hablando de hachís legal, la distinción cobra relevancia: para ser considerado como tal, el producto debe contener niveles de THC inferiores a los límites establecidos por la ley; al mismo tiempo, debe contener altas concentraciones de CBD. Este equilibrio químico permite que el hachís legal ofrezca los beneficios del CBD sin los efectos psicoactivos asociados al THC, lo que lo convierte en un producto apto para usos que pueden ir desde el bienestar personal hasta aplicaciones terapéuticas.

Además de THC y CBD, el hachís contiene una amplia gama de otros cannabinoides en menores cantidades, así como terpenos, compuestos aromáticos que confieren al cannabis su aroma y sabor característicos. Los terpenos no sólo enriquecen la experiencia sensorial del consumidor sino que, según la ciencia, podrían tener potenciales efectos sinérgicos con los cannabinoides (el llamado efecto séquito).

En resumen, la composición del hachís es un complejo mosaico de sustancias químicas que definen su identidad y eficacia. Ya sea hachís “tradicional” o legal, comprender su composición es esencial para apreciar plenamente su potencial y afrontar su uso con conciencia.

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Cómo se produce el hachís

Cómo se produce el hachís

Como se mencionó, la producción de hachís es un proceso artesanal y a la vez tecnológico que consiste en la extracción de la resina del cannabis, concentrando sus principios activos. Es un proceso que tiene profundas raíces históricas y varía según las tradiciones culturales, la tecnología disponible y las especies de cannabis utilizadas.

Uno de los métodos más antiguos y extendidos es la burbuka, que utiliza variedades como el hachís afgano, marroquí y nepalí. Esta técnica consiste en tamizar en seco las inflorescencias secas para separar los tricomas, que se prensan para formar el hachís: esto mejora la pureza de la resina, manteniendo una alta concentración de ingredientes activos.

El charas o hachís indio representa otra técnica tradicional, que destaca por la extracción manual de resina de plantas aún frescas. Se trata de un procedimiento muy laborioso, que requiere cierta habilidad para recoger los tricomas directamente frotando las flores entre las manos. Charas es especialmente apreciado por su aroma y su textura suave.

La innovación en la producción de hachís se manifiesta en el bubble hachís o cera helada, una técnica moderna que utiliza agua helada para separar los tricomas de la materia vegetal. Este método utiliza la temperatura para hacer que los tricomas sean más frágiles y, por tanto, más fáciles de filtrar a través de bolsas de malla fina, llamadas Bubble Bags. El resultado es un producto de la máxima pureza, libre de contaminación vegetal.

La producción de hachís legal sigue principios similares, prestándo atención a la selección de variedades de cannabis que respeten los límites legales de THC. Este aspecto es fundamental para garantizar que el producto terminado pueda comercializarse legalmente, manteniendo un alto contenido de CBD y otros cannabinoides no psicoactivos.

La producción de hachís es una fusión de tradiciones antiguas e innovaciones modernas, con métodos que varían ampliamente según las necesidades del productor y las preferencias de los consumidores. Ya sean técnicas tradicionales o procesos de vanguardia, el objetivo sigue siendo el mismo: concentrar los ingredientes activos del cannabis en un producto que exprese mejor el potencial de la planta.

Los efectos del hachís y su uso

El hachís, como ya hemos mencionado, tiene una larga historia de uso con fines recreativos, espirituales y terapéuticos. Los principales efectos son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol), además de otros cannabinoides y terpenos. Estos componentes trabajan juntos, influyendo en una amplia gama de funciones corporales y mentales.

El THC es conocido por sus efectos psicoactivos, que pueden incluir euforia, relajación, alteración de la percepción sensorial y del tiempo, así como posibles efectos secundarios como ansiedad o paranoia en algunos usuarios. Por el contrario, el hachís legal, con su bajo contenido en THC, pretende minimizar estos efectos psicoactivos y representa una alternativa para quienes buscan los beneficios de la sustancia sin alterar su estado mental.

El CBD es apreciado por sus efectos relajantes, antiinflamatorios y analgésicos. El interés por el hachís legal y otros productos de CBD está creciendo, especialmente entre quienes buscan alivio de afecciones como la ansiedad, el dolor crónico, la inflamación y los trastornos del sueño, entre otros.

Además de los usos recreativos, el hachís se ha utilizado a menudo para prácticas medicinales y rituales religiosos en varias culturas.

Los efectos y el uso del hachís varían ampliamente según la composición química y la respuesta individual. El hachís legal es una oportunidad para explorar los beneficios de los cannabinoides con un riesgo reducido de efectos secundarios, pero como ocurre con cualquier sustancia activa, un enfoque informado y mesurado es clave.

Diferencia entre THC y CBD

Comprender la diferencia entre THC y CBD ayuda a orientarse en el panorama cada vez más variado de los productos a base de cannabis y a comprender los efectos que estos compuestos tienen en el organismo.

THC: los efectos psicoactivos de la sustancia

El THC es el principal agente psicoactivo presente en el cannabis, responsable de los efectos eufóricos. Este cannabinoide interactúa con el sistema endocannabinoide del cuerpo, influyendo en funciones como el estado de ánimo, la memoria, el apetito y el dolor. A pesar de su uso recreativo, el THC también es valorado por sus posibles propiedades terapéuticas, como el alivio del dolor y la estimulación del apetito. Sin embargo, su consumo puede provocar efectos secundarios graves como ansiedad, paranoia y alteración de la cognición, especialmente en dosis elevadas.

CBD: beneficios terapéuticos sin psicoactividad

El CBD ha sido estudiado por sus propiedades antiinflamatorias, ansiolíticas, anticonvulsivas y analgésicas. Se utiliza para tratar la ansiedad, la epilepsia, el dolor crónico y los trastornos del sueño. La creciente popularidad del CBD se refleja en la diversificación de productos disponibles en el mercado, incluidos los derivados del hachís legal, que promueven el bienestar general sin efectos psicotrópicos.

Tipos de hachís legal

Tipos de hachís legal

El panorama legal del hachís ofrece hoy diversos tipos de productos que satisfacen las necesidades y gustos de un público cada vez más informado y variado, desarrollados para maximizar los beneficios del CBD (cannabidiol) y otros cannabinoides no psicoactivos, minimizando o eliminando por completo el THC (tetrahidrocannabinol). mantenerse dentro de los límites legales.

Charas CBD

El charas es un tipo de hachís producido manualmente en India y Nepal. Esta técnica tradicional consiste en recolectar resina frotando directamente flores frescas de cannabis entre las manos. La versión legal de Charas utiliza plantas con alto contenido en CBD y bajo contenido en THC, manteniendo técnicas de producción artesanal para ofrecer un producto único, rico en aroma y propiedades relajantes, sin efectos psicoactivos.

BubbleHash

Bubblehash representa la excelencia en el segmento del hachís legal: se obtiene mediante un proceso que utiliza agua helada para separar la resina de la materia vegetal. Este método produce hachís de alta calidad con una concentración significativa de CBD. La pureza y potencia del Bubblehash lo hacen especialmente apreciado por su perfil terapéutico.

Hachís legal a base de extractos

A medida que han avanzado las técnicas de extracción, han surgido nuevos tipos de hachís legales que utilizan métodos sofisticados para aislar y concentrar los cannabinoides y terpenos deseados. Estos productos suelen incorporar extractos puros de CBD en una base de resina de hachís, lo que crea una experiencia de usuario rica y multidimensional que mejora tanto el sabor como los efectos terapéuticos del cannabidiol.

Innovaciones y Tendencias

La industria legal del hachís continúa evolucionando, y los productores experimentan con cruces y técnicas de cultivo avanzadas para desarrollar variedades de cáñamo cada vez más ricas en CBD y otros cannabinoides menores.

Los tipos de hachís legal disponibles en el mercado reflejan la creciente diversificación y especialización del sector. Desde la artesanía tradicional de Charas hasta la precisión tecnológica del Bubblehash y sus extractos, el hachís legal ofrece opciones para todos los gustos, promoviendo un consumo responsable e informado dentro de un marco legal claro y definido.

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En conclusión

El hachís se compone esencialmente de una mezcla de cannabinoides, terpenos y flavonoides y puede ofrecer una experiencia que varía mucho según su composición química y método de producción.

En la elaboración, la tradición va acompañada de la innovación, con técnicas que van desde la burbuka y las charas hasta las más modernas extracciones a base de agua helada, lo que refleja una continua evolución en la búsqueda de la pureza y la eficacia.

El creciente interés por el hachís legal derivado de semillas de marihuana, caracterizado por un equilibrio entre bajos niveles de THC y altas concentraciones de CBD, pone de relieve un cambio en las preferencias de los consumidores, ahora orientados hacia productos que ofrecen beneficios terapéuticos sin los efectos psicoactivos tradicionalmente asociados al cannabis.

La distinción entre THC y CBD es fundamental para comprender los efectos y aplicaciones del hachís. Mientras que el THC domina por sus efectos psicoactivos, muchas veces buscado para uso recreativo, el CBD es un componente de gran interés por sus propiedades terapéuticas. Este dualismo refleja la naturaleza dual del hachís: por un lado, fuente de placer y descubrimiento sensorial; por otro, un aliado potencial en el manejo de trastornos y patologías.

El hachís, con su compleja composición, es una sustancia que puede tener aplicaciones interesantes: un conocimiento profundo de sus componentes y efectos puede ayudar a comprender su potencial en diversos campos.

Takeaways

Historia y cultura: El hachís es una sustancia con una larga historia, utilizada en diversas culturas con fines rituales, curativos y recreativos. Su producción y consumo han evolucionado con el tiempo, reflejando su importancia tanto en la tradición como en la sociedad moderna;
Composición y efectos: compuesto principalmente por THC, CBD, terpenos y flavonoides, el hachís ofrece una amplia gama de efectos que varían en función de su composición química. Si bien el THC es responsable de los efectos psicoactivos, el CBD es buscado por sus posibles propiedades terapéuticas, que van desde efectos antiinflamatorios hasta ansiolíticos;
Hachís legal: La introducción del hachís legal, caracterizado por un alto contenido en CBD y un bajo contenido en THC, marca un cambio significativo en la forma en que se percibe y utiliza esta sustancia. Este tipo de hachís pretende ofrecer los beneficios terapéuticos sin los efectos psicoactivos asociados al THC, respondiendo a las necesidades de un público que busca alternativas naturales para el bienestar personal;
Métodos de producción: La producción de hachís varía mucho, desde métodos tradicionales como la burbuka y el charas hasta técnicas modernas como el bubble hash. Esta diversidad en los métodos de producción refleja no sólo tradiciones culturales sino también innovación en el campo, con el objetivo de mejorar la pureza y eficacia del producto final;
Legislación y cultura popular: La regulación del hachís varía significativamente según el contexto nacional, lo que refleja un amplio espectro de actitudes hacia su legalidad y uso. A pesar de los desafíos legales, el hachís y el cannabis en general han ganado un lugar en la cultura popular, lo que pone de relieve un cambio en la aceptación social y el interés por su potencial terapéutico y recreativo.

Preguntas frecuentes

¿Qué contiene el hachís?
El hachís es rico en cannabinoides, terpenos y flavonoides, que le confieren propiedades psicoactivas, terapéuticas y aromáticas. El THC (tetrahidrocannabinol) es el componente principal de los efectos psicoactivos, mientras que el CBD (cannabidiol) es conocido por sus posibles propiedades terapéuticas.

¿Cómo se produce el hachís?
La producción de hachís varía desde métodos tradicionales como la burbuka y el charas hasta técnicas modernas como el bubble hash. Estos métodos se basan en la extracción de resina de las inflorescencias del cannabis, con variaciones que influyen en la pureza y concentración de los principios activos.

¿Cuál es la diferencia entre THC y CBD?
El THC es el principal agente psicoactivo del cannabis, responsable de los efectos eufóricos. El CBD, por el contrario, se estudia por sus propiedades antiinflamatorias, ansiolíticas, anticonvulsivas y analgésicas, ofreciendo beneficios terapéuticos sin los efectos psicotrópicos del THC.